Friday, November 2, 2007

Puerta Estrecha, Camino Angosto, Destino Deseado



Mateo 7:13-14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; (14) porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.


Introducción:

El tema que estamos considerando hoy es importantísimo y vital. Nuestro Señor ha concluido ahora el Sermón como tal, y de aquí en adelante lo que hace es recapitular lo que ha venido enseñando.

El Sermón que hemos estado estudiando es un discurso tan básico tocante el Reino de Dios que algunos lo han llamado la “Constitución del Reino ” o “El Manifiesto del Reino”. Nuestro Señor vino del cielo a la tierra para fundar y establecer un nuevo reino, el reino de los cielos. Por consiguiente, es esencial que proponga con toda claridad que este reino es completamente diferente de todo lo que el mundo ha conocido.

El objetivo que persigue nuestro Señor en este sermón, como hemos visto, es conducir a los cristianos a darse cuenta de su naturaleza, de su carácter como pueblo y del efecto que deben tener en el mundo. No deben apartarse del mundo para convertirse en monjes o eremitas; tienen que permanecer en la sociedad como sal y luz. Nos ha venido enseñando aquí la norma por la cual debe vivir todo adepto de Su reino y cómo ha de comportarse con los demás en la vida diaria.

Nuestro Señor, habiendo concluido ahora lo que es el Sermón en sí, dice en efecto, "Ahí tenéis la naturaleza de este reino que estoy formando.” El toma una pausa, por así decirlo, y dice, "Bien; éste es la descripción del Reino que he venido a formar. Ahora, ¿qué van a hacer? De nada les sirve solo escuchar el Sermón y después hacer nada ¿Qué van a hacer?"

A estas alturas de su Sermón pasa a la exhortación y a la aplicación. Realmente no hay verdadera predicación si no se aplica el mensaje y la verdad que contiene. De hecho, no hay verdadera exposición de la Biblia si se dedica a explicar un pasaje sin aplicarlo. La exhortación y aplicación son partes indispensables de la predicación, y eso es precisamente lo que hace nuestro Señor aquí. Así que, el resto de este capítulo séptimo no es sino una gran aplicación del mensaje del Sermón del Monte.

Aquí en la conclusión del Sermón, Jesús utiliza tres metáforas para enfatizar la necesidad de no simplemente escuchar hablar del reino de Dios sino de realmente entrar y ser parte de él. Jesús usa la metáfora de una puerta, un camino, y una casa. Pero por ahora queremos limitar nuestro estudio a la consideración de Dos Puertas, Dos Caminos y Dos Destinos.

I. Dos Puertas
Vamos a ver algunas cosas que nos dice Jesús acerca de estas puertas y sobretodo de la Puerta por la cual debemos entrar.

A. Nos Especifica que la Puerta es Estrecha

Lo primero que nos advierte el Señor desde el mismo comienzo es que entrar a este Reino se trata de una vida estrecha o angosta. Es estrecha de inmediato. No es una vida que al principio es bastante ancha y que a medida que uno la va viviendo se estrecha cada vez más. ¡No! La puerta misma, la misma forma de entrar en este Reino, es estrecha. Es importante subrayar este punto. La misma entrada es estrecha. No es que vaya uno poco a poco dejando el pecado en cuanto vaya aprendiendo más de la Biblia. O uno está adentro o está afuera. Y para entrar hay que entrar solo de la manera que indica Dios en su Palabra, que es por el arrepentimiento y por el abandono de todo pecado. Es por medio de una regeneración radical. Jesús lo llama el nacimiento nuevo.

El evangelismo moderno tiene otra táctica. Da la impresión de que ser cristiano es, después de todo, muy poco diferente de no ser cristiano, que no hay que pensar en el cristianismo como en una vida estrecha, sino como en algo atractivo y maravilloso, y que entrar en esa vida es algo popular, que es una adición muy útil a la vida. Pero, nuestro Señor no lo presenta así.

Jesucristo es demasiado sincero y franco para invitarnos a entrar a Su Reino con pretextos falsos. No trata de persuadirnos de que es algo fácil, dejándonos descubrir después que es difícil. Desde el mismo comienzo es muy sincero con nosotros cuando dice: (14) porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Se nos dice al comienzo mismo, antes de iniciar en el camino, que si queremos seguirlo hay ciertas cosas que hay que dejar fuera. No hay lugar para ellas. Me gusta pensar en esto como si se tratara de un torniquete de acceso como hay en la Comercial Mexicana o en la feria. Es como un torniquete que admite una sola persona a la vez y nada más. Es tan estrecha que hay ciertas cosas que simplemente no se puede llevar.

B. Nos Manda Entrar por esa Puerta Estrecha

En realidad no nos da otra opción aceptable. Hay una alternativa a la puerta estrecha, pero en realidad no hay alternativa. Porque si realmente queremos ser salvos no hay otra opción. Como ya hemos dicho, Jesús está en la conclusión de su Sermón y está dando los últimos argumentos, está dando, por decir, la invitación. El quiere que seamos más que oidores. El quiere una decisión, pero quiere que esa decisión sea la correcta. Por eso dice: Entrad por la puerta estrecha.

Lu 13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

C. Contesta la pregunta ¿porqué?

Es como si Jesús anticipara la pregunta, ¿será realmente necesario entrar por una puerta bien estrecha? ¿A caso es realmente esencial tal sacrificio? ¿Qué de todos los Cristianos que aparentemente no tienen que ser tan radicales en su vida? Son personas morales pero no hay nada especial o radical en su estilo de vida. ¡Seguramente no es necesario pasar por una puerta tan estrecha! Así que, en lugar de esperar la pregunta, Jesús responde a las inquietudes diciendo: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición. La razón por la cual es necesaria la puerta estrecha es que la alternativa dirige a la perdición y esa realmente no es alternativa.

D. Nos advierte contra la Atractiva Alternativa: La Puerta Ancha

Por cierto la puerta ancha es atractiva, y por muchas razones. Es fácil de encontrar, es fácil de pasar, cabe también los arrastres de la vida pasada. No tiene uno que pasar solo; puede pasar con los amigos. No hay requisitos, no hay humillación, no hay abnegación ni la necesidad de tener hambre y sed de justicia. ¡Es fácil, es atractiva, pero, “lleva a la perdición.”

II. Dos Caminos

No solo nos habla Jesús de dos puertas, dos entradas muy distintas, nos da a entender que una vez adentro, son dos caminos muy diferentes también.

A. Camino Ancho

Yo antes pensaba que la puerta ancha y el camino espacioso eran la ruta de los no conversos, de los paganos, pero he llegado a pensar diferente. Hay fuertes indicaciones que Jesús está hablando de otro camino diferente al de los no conversos. El dice: espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Este no es el camino en que andamos por naturaleza; tenemos que entrar por la puerta de este camino. Recuerdan que a lo largo del Sermón Jesús está señalando el contraste entre la religión falsa y la verdadera. Es más, en el siguiente versículo Jesús dice: Guardaos de los falsos profetas. Nos está advirtiendo de una alternativa al camino angosto, un supuesto camino a los cielos–pero un camino más fácil.

Una de las características de lo falso dentro de lo que es llamado el cristianismo es la costumbre de ampliar a lo angosto. Por eso es ancha la puerta y espacioso el camino, porque muchos de los lideres y laicos religiosos han manipulado la puerta, y han alterado el camino. Nos dicen que hay bastante lugar para cualquier. Ven, traiga a tus amigos, es espacio este camino, es fácil, no hay restricciones, hay lugar para todas las opiniones, y para todos los estilos de conducta. Los caminantes en este camino puedan hacer como quieran. En este camino uno puede caminar hacia adelante, hacia atrás, a la derecha o a la izquierda, según las inclinaciones de la naturaleza carnal. No hay necesidad de dejar atrás a nada. Los caminantes puedan traer los arrastres que han acumulado en esta vida.


B. Camino Angosto

El camino angosto es todo lo contrario. En primer lugar para entrar al camino hay que pasar por la puerta estrecha, por el torniquete, por así decirlo. Tiene uno que pasar uno por uno y no es posible traer los arrastres de la vida pasada en el pecado. Una vez adentro hay que seguir la misma vida estrecha–es llamada el “camino” angosto. No es como algunos lo imaginan: una puerta estrecha pero una ves adentro, un camino mas ancho. ¡De ninguna manera! Lo que nos costó entrar, nos costará seguir por el camino.
Es más, el hecho de estar en el camino angosto es una de las indicaciones que hemos, de hecho, pasado por la puerta estrecha y que no hemos desviado del camino. Así que, si el camino en que camines es fácil, espacioso, permitiendo la mayoría de las actividades del mundo, si no te limita radicalmente tu forma de vivir, puedes estar seguro que o no entraste por la puerta estrecha o te has desviado del camino. ¡Así es de sencillo!

¿Cómo podemos saber si realmente estamos en el camino angosto? Permiteme hacer unas observaciones generales de los dos caminos para ver si no te puedes identificar. Si te sientas más cómodo con tus amigos del mundo que con tus amigos cristianos, lo más probable es que todavía no estás en el camino angosto. Si tu amor por los hermanos no es un amor ferviente y especial, lo más probable es que te has engañado . Si no te sientes repugnado por tu antigua manera de vivir, sin duda alguna puedo decir que no estás en el camino angosto.

Por el otro lado, si en verdad estás en este camino angosto, tu vida será caracterizada con ciertas cosas positivas. Si estás es este camino angosto, sin ningún temor de errar puedo decir que vas a tener un hambre y sed de justicia. Esa hambre y sed de justicia te va a impulsar a querer saber más de la Palabra de Dios y estar en comunión con Dios. Te va a impulsar hacia la asistencia a la casa de Dios, y hacia la búsqueda de Dios y Su Reino.

Si realmente estás en este camino angosto podrás decir con el Apóstol Pablo : Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (Fil 1:21) Servir a Dios será lo más importante para ti, porque estás en Cristo, y “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2Co 5:17 )

Alguien pudiera comentar, “si la puerta y el camino son tan estrechos, entonces muy pocos van a ser salvos.” ¡Precisamente! Jesús lo dijo también 14) porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. ¡Notemos el contexto! Recuerdan que Jesús no está predicando a los paganos sino a los judíos, al pueblo escogido, y en este contexto dice: pocos son los que la hallan.

III. Dos Destinos

Contrario a las filosofías populares, hay dos destinos. Lo que dicen comúnmente los del mundo es que sin importar el camino que escojas, cuando mueras vas a estar con Dios. No hay enseñanza más lejos de la verdad. Hay dos destinos, y el al cual vas a llegar depende plenamente en la puerta por donde elijas entrar y el camino que siguas. Así que, la puerta, el camino y el destino son cosas inseparables. Si vas a entrar a la vida eterna, forzosamente tendrás que entrar por la puerta estrecha y caminar por el camino angosto; no hay otra manera.

No importa cuan atractiva sea la puerta ancha, tenemos que tomar muy en cuente que es plenamente inseparable la puerta, el camino y el destino a donde conduce ese camino. Tal como no es posible separar la puerta estrecha del camino angosta y del destino de vida, no es posible separar la puerta ancha, el camino espacioso y el destino de la perdición.

No obstante, Satanás es tan astuto que convence a multitudes a creer que pueden entrar por la puerta ancha, caminar por el camino espacioso pero de alguna manera misteriosa puedan llegar al destino deseado. Esto es ilógico, sin embargo el hombre lo cree. Es como si yo eligiera la carretera a San Luis, leyera los anuncios a cada cuantos kilómetro que dicen San Luis a tantos kilómetro, pero no hago caso a esos anuncios. Yo creo que, de alguna manera, inexplicablemente, al final del camino voy a llegar en la Ciudad de México. Así es de irracional el hombre que camine por el camino ancho pero espera llegar al destino deseado.

Hay dos caminos y por consiguiente dos destinos. Este es el mensaje que Jesús nos da.


Conclusión:

Jesús, entrando a la conclusión de su Sermón dijo: Entrad por la puerta estrecha. En otras palabras dijo: les he dado este Sermón, este Manifiesto de mi Reino, no para impresionarles o para informarles o siquiera para impactarles. Lo he dado para que entren a ella. El nos dio el Sermón y terminó hablando de dos puertas, de dos caminos y de dos destinos porque quería que tomáramos una decisión.

De hecho hay dos opciones muy distintas entrelas cuales tenemos que eligir. Por supuesto Cristo quiere que tomemos la única decisión prudente: la que lleva a la vida. Pero, al final de las cuentas somos nosotros los que tenemos que tomar esa decisión. Podemos eligir lo fácil ahora y sufrir eternamente, o podemos esforzarnos ahora y disfrutar la eternidad.


Mateo 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Te pregunto amigo, ¿a cuál destino quieres llegar? Esa es la pregunta tan importante para nosotros. La pregunta más importante no es, cuál es la puerta más atractiva o el camino más cómodo. La pregunta más importante es ¿a cuál destino quieres llegar?

La única manera de llegar a ese destino es entrar por la puerta y caminar por el camino que corresponda a ese destino.

Mateo 7:13-14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; (14) porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.




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